La lideresa de la bancada fujimorista en el Congreso culpa al gobierno del desastre que está causando el COVID-19 en el Perú y afirma que los próximos meses serán muy difíciles.
Para la congresista Martha Chávez no existen las medias tintas. Es siempre frontal, sin ambages, desde que en la década del 90 hizo su aparición en la arena política conformando las filas del fujimorismo y, luego, se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia del Congreso de la República.
Esa forma de decir las cosas la han hecho uno de los blancos preferidos de los troles, pero los ataques no la han hecho cambiar ni un ápice. Al contrario, no rehúye a la confrontación y también usa las redes sociales con regularidad.
Con ese mismo estilo directo, evalúa para Sucesos las acciones del gobierno en el manejo de la pandemia. Los resultados de este examen somero no dejan bien parado al presidente de la República ni al gabinete ministerial.
Han pasado más de 110 días de pandemia, ¿cómo ve la lucha contra el virus?
La respuesta del gobierno ha sido tardía, desordenada e inadecuada. No se ha convocado a las personas conocedoras que pudieran aportar. Se ha convocado a allegados, por razones de amistad que no han sabido estar a la altura. Por eso es que tenemos tan terribles resultados y, sobre todo, tanto daño en nuestra economía.

Uno de los puntos básicos de la estrategia sanitaria han sido las pruebas rápidas, ¿son las más adecuadas?
Es parte del error. El argumento del gobierno es que no han tenido acceso a las pruebas moleculares, pero eso no es cierto. Incluso justificaron su reacción tardía diciendo que Estados Unidos las había acaparado, pero quedó públicamente demostrado que había disponibilidad en el mercado. La mayoría de los especialistas coinciden en señalar que las pruebas serológicas son usadas para estudios posteriores a la enfermedad y no sirven para una etapa de contención.
… Y arrojan muchos falsos negativos. Esos falsos negativos han originado muchas muertes…
… Si. Y han desparramando el contagio…
El argumento del gobierno es que no han tenido acceso a las pruebas moleculares, pero eso no es cierto. Incluso justificaron su reacción tardía diciendo que Estados Unidos las había acaparado, pero quedó públicamente demostrado que había disponibilidad en el mercado.
¿Este tema no tiene una responsabilidad penal?
Absolutamente. Yo creo que sí hay responsabilidad penal. Y la terquedad de insistir en ellas. La mentira de decir que no había en el mercado cuando las ha habido. Hay una responsabilidad penal en el hecho de que el gobierno tuvo una alerta temprana que motivó las resoluciones del 31 de enero y estuvieron firmadas por la ministra (Elizabeth) Hinostrosa; lo peor es que publicadas esas resoluciones han dejado pasar mes y medio y no tomaron ninguna precaución, ni siquiera alertaron a la población sobre las medidas que ya pudieron ir tomando. Pero nada de nada. Esto es sencillamente punible.
¿Qué hacer cuando habla usted de responsabilidad penal?
Creo que ahora todavía no es momento más de allá de señalarlos.
¿En qué momento se deben fijar esas responsabilidades?
Quizá el nuevo Congreso que va a tener un horizonte de trabajo más amplio y sin las agresiones de este Presidente.
Es cierto que el gobierno tiene una enorme dosis de responsabilidad, pero ¿no cree que la ciudadanía también carga con algo de culpa?
Sin duda. Pero es el gobierno el que gobierna. Es el que tiene en sus manos, incluso, el uso de la fuerza, el dinero y las facultades para adoptar las medidas. Creo que era necesario hacer un distanciamiento social y hacer restricciones. Pero en un país con un 70% de informalidad es evidente que no se pueden adoptar las mismas medidas que en España, Suecia o Bélgica.
Uno de los argumentos del Presidente es que existe un abandono del sistema sanitario desde hace cien años. Eso alcanza al gobierno de Alberto Fujimori…
Eso es una falta de respeto, porque el presidente Vizcarra había anunciado el año anterior que iba a construir 87 hospitales y mil colegios, nada de lo cual ha hecho. Ni siquiera el Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh) estaba actualizado, pese a que en el 2018 la Contraloría lo había advertido. Ahora, cuando se necesitó atender a la población más pobre, no se tenía actualizado ese sistema. Eso es negligencia punible.
¿Qué opinión tiene de Reactiva Perú?
En el fondo, como mecanismo puede ser útil y necesario. Pero decididamente, se revela que han puesto al gato de despensero. He recibido muchas quejas en mi despacho de pequeños empresarios a los que se le ha negado el crédito en los bancos. Creo que hay graves fallas de diseño y también improvisación.
Mucha gente sostiene que la especulación y los precios exorbitantes de los medicamentos son causadas por el espíritu de libre competencia de la Constitución de 1993 dada por el gobierno de Fujimori…
Eso es falso. Hay una oferta privada que busca beneficio. Los privados no son beneficencia. Lo que sucede es que en este caso el Estado no ha cumplido su rol. Han pasado veinte años desde que terminó el gobierno de Fujimori, veinte años con otros gobiernos y no se ha avanzado nada. Por último, de ser necesaria, se debería haber planteado alguna reforma o ajuste a esa Constitución, pero nada. Eso también es una excusa para la ineficiencia.

Pero usted no puede estar de acuerdo con que una pastilla que cuesta 1 sol en la calle, valga 160 o 170 soles en una clínica.
Es el Estado el que no ha debido permitir esto. Un mercado funciona cuando hay competencia y para evitar eso el Estado debió regular el mercado proveyendo de medicamentos a través del sistema de salud.
¿No cree que los organismos reguladores o supervisores no han cumplido su rol?
Sin duda. Yo misma he pedido, y no por la pandemia sino antes, que se investigue el tema. Cuando alguien se atiende con su seguro en una clínica, la farmacia de está clínica factura por una medicina el doble o triple del precio que cuesta afuera, con lo cual, a la hora de pagar el coseguro, está pagando un sobreprecio por esa medicina. Algunas clínicas pertenecen a un conglomerado de una aseguradora y eso sí debe evitarse. Eso no es libre mercado.
¿Cuál es un opinión respecto al rol desempeñado por los medios de comunicación en esta pandemia?
Con epidemia o sin epidemia hay un gravísimo problema en ciertos medios de comunicación, sobre todo en los más grandes que viven y dependen del avisaje estatal y están comprometidos en defender al gobierno. En este tema lo que han hecho es defender al gobierno, alabarlo. Inclusive concertaban entrevistas a aquellos médicos que hacían loas al gobierno y disfrazaban la realidad y la tontería de estar usando pruebas serológicas.
Con epidemia o sin epidemia hay un gravísimo problema en ciertos medios de comunicación, sobre todo en los más grandes que viven y dependen del avisaje estatal y están comprometidos en defender al gobierno.
¿Qué hacer con la publicidad del Estado que permite ese tipo de cosas?
Ya hubo una ley que destruyó el Tribunal Constitucional. Fue una ley apresurada que impedía hasta la normal publicidad que el gobierno tiene que hacer. Pero es una barbaridad que haya medios sin llegada que tienen altos niveles de financiamiento. La publicidad estatal no puede tener un tinte de coima o prebenda para comprometer la línea editorial de un medio de comunicación que es lo que ha sucedido.
¿El gabinete ha estado a la altura de las circunstancias?
Para nada. Comenzando que es un gabinete espurio, un gabinete liderado por un amiguete del señor Vizcarra. El señor Zevallos acompañó a Vizcarra en la asonada del “moqueguazo” y no tiene más mérito que ese. Es una persona sin calidad moral, porque alguien que le niega el reconocimiento paternal a un hijo por 24 años para mi está descalificado. Este señor se prestó, además, a convalidar la disolución del Parlamento. Esa disolución es un acto nulo y ha sido convalidada por una mayoría claudicante del Tribunal Constitucional.
¿Y el Congreso actual está dando la talla?
Este Congreso no puede dar la talla. Se hacen los esfuerzos, pero están los ahijado del señor Vizcarra en su gran mayoría.
¿Qué puede esperar el Perú en los próximos meses?
Creo que una gravísima crisis que nos va a obligar a todos a cambiar nuestros modos de vida. Se han perdido 2 millones 300 mil empleos entre marzo y junio. Lo ha dicho la propia ministra de Economía …
… ¿Qué hacer, entonces?
Simplemente exigir al gobierno que, dentro de esa crisis, sea los más austero posible. Esa actitud no la vemos en el gobierno; al contrario, siguen dilapidando el dinero; cada día se descubren más contrataciones fraudulentas y hasta corruptas. Debe haber una reorganización del aparato administrativo del Estado. Hay ministerios que no se justifican. Un ministerio de Inclusión Social y otro de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, no tienen sentido dos ministerios. Reorganizar, por ejemplo, el ministerio de Agricultura y de Ambiente,
Está usted hablando de una reducción del aparato del Estado…
No necesariamente reducir, sino racionalizarlo, reorganizarlo. Aprovechar mejor a los técnicos en cada ministerio.